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El funcionamiento de internet como lo conocemos hoy en día está basado en un modelo cliente-servidor donde los usuarios hacen peticiones de acceso a sitios web que son procesadas y respondidas por el servidor web a las que la realizan.
Dentro de este proceso, el socket de internet juega un papel fundamental para establecer y mantener una conexión activa entre el navegador web y el servidor donde se aloja la web.
A continuación, veremos qué es un socket, que tipos existen y cuáles son los beneficios que proporcionan.
Un socket de internet es una estructura de datos que permite a dos dispositivos mantener una comunicación. El websocket mantiene la comunicación activa entre el navegador web de un usuario y el servidor web del sitio al que accede, mientras la pestaña se encuentre activa.
Los sockets funcionan en las capas superiores de la pila de protocolo de Internet (la capa de transporte del modelo OSI), transfiriendo paquetes de datos de una aplicación a la red mediante el sistema operativo utilizado.
Cuando una aplicación va a enviar datos por la red, solicita al sistema operativo un socket por el que realizar dicha transferencia, además de otra información necesaria (como las direcciones IP, por ejemplo). Cuando la comunicación concluye entre equipos o cliente-servidor, el socket se cierra, por lo que este sistema es ideal para poder establecer conexiones cada vez que sea necesario, incluso conexiones simultáneas a distintos equipos o dispositivos.
Por ejemplo, en la programación y el uso de API es habitual utilizar sockets para garantizar una conexión entre distintas aplicaciones para solicitar y transferir datos.
Existen muchos tipos de socket de internet, aunque los más importantes y utilizados de manera habitual son:
Con el uso de los sockets se ha facilitado y potenciado el uso de internet, haciendo más rápido, sencillo y seguro la petición de acceso a servidores web, y su consiguiente procesado y respuesta.
Veamos cuáles son los principales beneficios que ofrecen los sockets de internet.
Gracias a los sockets de internet es mucho más sencillo establecer comunicaciones a través de la red, creando conexiones específicas para cada petición de acceso entre dispositivos o cliente-servidor.
Al ser un sistema que se genera por el propio sistema operativo y que se cierra una vez concluida la comunicación, es perfecto para utilizar internet en el modelo actual de cliente-servidor.
Con el uso de protocolos como TCP y UDP se pueden establecer conexiones que son muy fiables a la hora de intercambiar datos de manera remota. Además, al ser sesiones únicas que se cierran cuando termina la interacción, el nivel de seguridad es mucho mayor que otras alternativas donde el intercambio siempre está abierto.
Cuando se transmite información por una red como internet, es habitual que muchos de los paquetes enviados se pierdan o no lleguen de manera óptima a su destino. Con los sockets de internet se minimizan este tipo de pérdidas al disponer de los mecanismos adecuados para reducir estos errores y paliar sus consecuencias negativas.
Los websockets son los encargados de establecer la comunicación entre el navegador de un usuario y el servidor web donde se encuentra alojada la web a la que quiere acceder. La gran ventaja de los websockets es que mantienen la comunicación activa entre cliente y servidor mientras la pestaña del navegador esté activa, consiguiendo que la información fluya de manera más rápida y estable.
Los sockets son elementos clave en el funcionamiento de internet en la actualidad. A pesar de que existen distintos tipos, los que emplean los protocolos UDP y TCP son los más utilizados, pues permiten un alto grado de fiabilidad y seguridad, y se adaptan muy bien al modelo cliente-servidor que se utiliza en la actualidad.
Ya sabes qué es un socket de internet y puedes diferenciarlo del socket de hardware. Estos últimos hacen referencia al tipo de conexión que incorporan las placas madre para la inserción de los microprocesadores. Sin embargo, y como hemos visto a lo largo de este texto, el socket de internet es fundamental para poder navegar por la red como lo hacemos hoy en día.