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Son muchas las técnicas que utilizan los expertos SEO para conseguir mejorar el posicionamiento web en Google y otros motores de búsquedas. Algunas de ellas son consideradas como white hat SEO (aceptadas por Google) y otras como black hat SEO (malas prácticas que terminan en penalizaciones por parte de los buscadores).
Por ejemplo, el cloaking es una práctica muy popular hace algunos años que buscaba engañar a los buscadores, mostrándoles un contenido distinto al que accedían los usuarios, técnica que hoy está duramente castigada.
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El cloaking o técnica de encubrimiento es una técnica black hat SEO por la cual se muestran contenidos diferentes a los usuarios y bots que acceden a la misma. Su objetivo es que el usuario acceda al contenido real que se quiere mostrar cuando accede a una URL, pero que los bots de Google y otros motores de búsqueda accedan a un contenido diferente y optimizado para SEO cuando la visiten.
Aunque se trataba de una técnica muy popular hace muchos años, pues permitía mejorar de forma significativa el posicionamiento en Google, en la actualidad, el algoritmo de este buscador detecta estas prácticas y aplica severas penalizaciones al posicionamiento web.
Para realizar cloaking en una web y engañar a los Googlebots y otros rastreadores se utilizan principalmente dos técnicas:
Aunque estas son las dos principales formas de realizar cloaking, también existen otras alternativas menos técnicas, pero que realizan una función similar, como por ejemplo, esconder texto invisible con keywords utilizando el mismo color de fuente que el de fondo de pantalla, redirecciones web, CSS y JavaScript…
Aunque puede ser muy tentador apostar por una estrategia de data cloaking para buscar mejores posiciones en las SERP o páginas de resultados, es mejor que olvides recurrir a esta técnica, pues terminarás perjudicando seriamente el posicionamiento de tu página web, tienda online o blog.
Veamos las principales razones por las que no debes hacer cloaking hoy en día.
El cloaking o encubrimiento es una técnica que Google y otros motores de búsqueda que se considera como black hat SEO y están prohibidas. Por lo tanto, aplicar una de estas técnicas de encubrimiento en tu web hará que estés incumpliendo las normas de calidad para webmaster de Google.
Si Google detecta que tu web está utilizando alguna técnica de cloaking, aplicará una dura penalización a su posicionamiento web, por lo que obtendrás el resultado contrario al que buscabas (tu web se mostrará en peores posiciones en las páginas de resultados o SERP).
Utilizar este tipo de técnicas de posicionamiento poco éticas hará que proyectes una mala imagen de tu web y de tu empresa. Siempre es mejor alinearse con la legalidad para que usuarios y otros agentes externos valoren de manera más positiva tu sitio web y que tu empresa no se vea afectada negativamente en su imagen corporativa.
Los algoritmos de los buscadores cada vez son más avanzados y sofisticados, por lo que son capaces de detectar infinidad de técnicas black hat SEO que buscan engañarlos para mejorar el posicionamiento. Por lo tanto, aunque no seas sancionado al aplicar alguna de estas acciones de cloaking, los resultados que obtendrás para mejorar el posicionamiento de tu sitio serán nulos e insignificantes.
Los bots de Google utilizan IA y otras tecnologías de automatización que les hacen ser más eficientes a la hora de analizar una web, detectando el código JavaScript que ejecutan, identificando el key stuffing, y siendo capaces de averiguar las principales técnicas black hat existentes.
Hemos visto cómo la técnica de black hat SEO conocida como cloaking era muy popular hace algunos años, estando obsoleta hoy en día, pues Google detecta este tipo de prácticas, sancionando duramente el posicionamiento web de los sitios que la utilizan.
Para comprobar que tu web no utiliza de forma accidental alguna técnica de cloaking puedes realizar una comprobación en Google Search Console utilizando la función Rastrear como Google que incorpora.