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Conectarse a una red y sobre todo a internet es un proceso complejo, sobre todo para un usuario que no esté familiarizado con la informática y las redes. Para que una computadora pueda acceder a internet es necesario asignarle una dirección IP, una máscara de red, una puerta de enlace y unas direcciones de servidor de nombre de dominio (DNS). Esta información la facilita el proveedor de internet o se obtienen desde las opciones de configuración del propio router.
Con la aparición del protocolo DHCP todo este proceso se simplifica totalmente, no haciendo falta realizar este tipo de configuración previa para acceder a internet o a una red. A través de este protocolo los computadores y otros dispositivos solicitan al router acceso y este les envía la configuración necesaria para acceder, realizándose todo el proceso de forma automática sin que el usuario tenga que intervenir.
El protocolo DHCP (Dynamic Host Configuration Protocol) lo forman una serie de reglas que suministran direcciones IP y opciones de configuración a computadoras y servidores de red.
El protocolo DHCP está disponible para su uso tanto en IP versión 4 (IPv4) como en IP versión 6 (IPv6), permitiendo que los administradores de red no tengan que configurar de forma manual los dispositivos que pueden acceder a la red.
El DHCP es la evolución del protocolo de gestión IP de 1985 llamado BOOTP (Bootstrap Protocol), donde se utilizaba un servidor central para servir acceso a en muchas subredes.
A través del protocolo DHCP se realiza una asignación de IP dinámica garantizando que no hay dos hosts en la red con la misma dirección IP. Con el uso de este protocolo se evitan errores de configuración de acceso a redes y se simplifica la asignación de IP cuando hay muchos y diferentes dispositivos que se conectan a la red (computadores, celulares, tablets, portátiles, cámaras IP o dispositivos VoIP, entre otros).
Al carecer de un medio de autenticación entre cliente y servidor este protocolo no es seguro y por lo tanto, solo es recomendado para pequeñas redes, como puede ser la red de una casa o de una pequeña empresa donde el número de usuarios es muy pequeño.
DHCP es un protocolo que asigna de forma dinámica direcciones IP y su configuración a distintos dispositivos que quieren acceder a una red. Funciona bajo el modelo cliente/servidor, donde el servidor administra las direcciones IP de la red y las asigna junto a los parámetros de configuración a los dispositivos que hacen peticiones legítimas de acceso.
Cada vez que un equipo o dispositivo accede a la red, envía una solicitud al servidor DHCP, a la que el servidor responde asignándole una IP libre y proporcionándole la información de configuración.
Durante el proceso de conexión el DHCP busca en direcciones IP libres en la red para asignar una de ellas junto con los datos de configuración al dispositivo que realiza la petición de acceso. Este protocolo aporta muchas ventajas a la hora de acceder y gestionar una red, entre las que podemos destacar:
Gracias al protocolo DHCP los usuarios se despreocupan de la configuración para acceder a una red o internet. Solo tienen que conectar el cable en caso de conexión por cable ethernet o introducir la contraseña en caso de acceso por Wifi. En ambos casos el servidor DHCP le enviará la IP y los datos de conexión al equipo que se configurará de forma automática sin que el usuario tenga que intervenir.
En una red no puede haber dos hosts conectados con la misma IP pues se producen conflictos y problemas de acceso. En la configuración manual este tipo de errores es muy común, sobre todo cuando la cantidad de dispositivos que se conectan es grande.
El protocolo DHCP elimina los conflictos producidos por IP repetidas en una red.
El protocolo DHCP permite que todo el trabajo de asignación de IP y configuración de equipos para acceder a una red se realice de forma automática, liberando a los administradores de red del mismo (evitando desplazarse a cada equipo para introducir la IP correspondiente, la puerta de enlace, etc.).
La asignación dinámica de IP de este protocolo se puede combinar con la asignación manual de algunas direcciones IP específicas asociándose a la dirección MAC de un dispositivo. Esta característica es muy útil cuando en la red hay un servicio que siempre tiene que estar disponible, por ejemplo, el acceso a una impresora de red.
Hemos visto qué es y cómo funciona el protocolo DHCP y por qué es tan importante hoy en día para facilitar el acceso a internet de cualquier usuario. A pesar de las ventajas de este protocolo hay que tener en cuenta que tiene algunos puntos débiles, como la seguridad, por lo que es recomendado solo para uso en redes domésticas o en pequeñas empresas.